El aprendizaje en entornos inmersivos
La realidad aumentada, la realidad virtual, Holoportation, las Google Glass at work… Estamos viendo que la evolución de la tecnología nos posibilita el poder acceder a experiencias de aprendizaje en entornos cada vez más inmersivos.
La simulación nos permite emular nuestro puesto de trabajo desde cualquier sitio y recrear situaciones de la vida real. El alumno se convierte en un elemento activo explorando un mundo virtual en el que él mismo construye su propio conocimiento en un proceso de tipo experimental.
Estamos hablando de un e-learning por descubrimiento que se basa en un aprendizaje por conjeturas en el que el usuario tiene que tomar decisiones basándose en los indicios y en la observación del escenario.
A nivel cognitivo la interacción con el mundo virtual permite motivar y captar la atención del alumno mucho más que cualquier formación tradicional. Estas dinámicas intervienen en una mejor asimilación de los conocimientos adquiridos y en una mejor retención de los mismos. En un curso e-learning puedes pasar las pantallas con la flecha de avance sin leer y sin sacar aprovechamiento real de la formación, pero en una simulación, al tener que ir tomando decisiones eligiendo entre las variables, al terminar el proceso formativo, contarás con los conocimientos y habilidades que necesitas para afrontar la práctica profesional.
El cerebro aprende mejor cuando el sujeto está atraído por la novedad, por los desafíos, por los estímulos del mundo real y sobre todo por el asombro. Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje y no hay recuerdo.
Además estas herramientas brindan la posibilidad de aprender procesos de trabajo con la práctica, tomando decisiones y manejando variables pero en un ámbito en el que se pueden cometer errores sin que ellos ocasionen problemas a la empresa. Practicar por medio de vivencias virtuales permite crear un mundo en el que la formación no interrumpa el ritmo habitual del trabajo en la compañía.
Los simuladores son aplicables a cualquier área de conocimiento y nos sirven para emular todo
tipo de procesos empresariales, como definir la funcionalidad y usabilidad de un producto,
mejorar métodos, reducir tiempos u organizar departamentos de logística, de producción o de
comercial y marketing.
VENTAJAS DE LA SIMULACIÓN
- Formar a mucha gente a la vez
- El conocimiento que se retiene en la memoria
- Formación entretenida e interesante
- Ahorro en costes
- Puedes emular situaciones de riesgo (como un accidente, un incendio, etc.) en un
- entorno seguro
- Inmediatez en la implementación de los nuevos conocimientos.
Con un simulador podremos aprender a cocinar, a llevar un avión, a empaquetar un producto, a atender a un cliente, a gestionar personas, a conocer el funcionamiento de una máquina o a planear una ruta de transporte. Cualquier proceso que exista en la vida real se puede simular en un entorno virtual.